En este caso vamos a dar un paseo por Itálica, uno de mis lugares preferidos. Este paseo es para mí algo más, es un ritual que hago anualmente en invierno llegando el final de año, aunque también visito el recinto cada vez que tengo ocasión.
Recomiendo realizar este paseo con la familia y amigos, aunque en alguna ocasión lo he realizado solo y he aprovechado un día de poco tránsito de visitantes. Los niños que disfrutan con las historias que se les cuentan, y más, si se les añade algo de teatro por nuestra parte. Claro, previamente hemos tenido que leer los numerosos carteles explicativos repartidos por el recinto.
Antes de empezar nuestro paseo, hay que tener en cuenta que Itálica se encuentra en la población de Santiponce. Es más, es gran parte de Santiponce la que se asienta sobre Itálica.
El lugar está elegido estratégicamente, porque se encuentra entre Sevilla y Alcalá del Río, ambas ciudades romanas de la época (Hispalis e Ilipa). Además, muy cercana al río y a la zona minera de Huelva. Desde este punto se podía controlar el tránsito de mineral hacia la costa.
Por este motivo, Poblaciones anteriores dieron importancia estratégica a este enclave (Turdetanos), y a la zona en general por parte de Tartessos (Tesoro del Carambolo).
Durante la segunda Guerra Púnica (Roma contra Cartago), en el año 206 A.C. Publio Cornelio Escipión (conocido como el Africano, por la campaña victoriosa contra Cartago en África, que supuso el fin de la segunda Guerra Púnica) estableció un destacamento de legionarios para el control de la zona (cerro de San Antonio). De ahí, con el paso del tiempo, y después de ver nacer entre sus pobladores a dos futuros emperadores de Roma (Trajano y Adriano), se convirtió en Colonia, teniendo los mismos privilegios que Hispalis.
Suelo empezar el paseo visitando el Anfiteatro, para luego tomar el Cardo Máximo atravesando parte de la antigua muralla.
Anfiteatro
Entrando por la entrada Este (entrada principal del cortejo del espectáculo) podemos observar algunas losas de piedra grabadas con círculos seccionados. Se trata de tableros de juego (Tabulae Lusoriae) romanos, y no son fruto de la travesura de ningún niño.
También hay varias lápidas votivas en honor a los dioses, que se identifican porque están grabados unos pies.
Tenía capacidad para 25000 espectadores, lo que lo convierte en uno de los mayores que se conservan. En él se representaban espectáculos de gladiadores, batallas navales, y peleas con fieras.
Es recomendable hacer también el recorrido por las galerías interiores, ver sus salas de culto, y acabar en la salida Oeste que era por donde salían los heridos y muertos del espectáculo. El ancho de los peldaños de las escalones de las amplias escaleras, nos proporciona una idea de la altura que debían de tener las personas en tiempo de los romanos. En esa zona se puede apreciar un mosaico en una de las salas.
Tras dejar el anfiteatro, paso entre los restos de la antigua muralla hasta conectar con la vía principal empedrada. Esta calzada se extiende de norte a sur a lo largo del recinto. Las aceras solían estar porticadas. Cerrando los ojos, imaginando el conjunto, nos haremos una idea de la grandiosidad de la ciudad. El Cardo Máximo está atravesado transversalmente, de este a oeste, por los Decumanos. Esto confiere al recinto una estructura de manzanas de edificios.
El primer edificio que nos encontramos a la izquierda es la Exedra.
Exedra
Pueden verse los restos de este gran edificio con sus estancias compartimentadas. Se trataba de un edificio público con una parte residencial. En él puede distinguirse la zona residencial, con una fuente en el centro, también la Palestra, que era un espacio destinado al ejercicio físico. Y salas destinadas a reuniones y celebraciones, rematadas por unos pequeños baños termales al fondo.
Se piensa que debía ser la sede social de alguna asociación de poder.
Avanzamos calle arriba hasta la casa de Neptuno.
Casa de Neptuno
Se trata de un edificio público de similares características al anterior, que también dispone de un área termal. Destaca el mosaico que le da nombre, en blanco y negro, salvo la figura de Neptuno. El edificio no está desenterrado en su totalidad.
Casa del Patio Rodio y Casa de los Pájaros
Ambas están en la misma manzana. A la primera le viene la denominación por la característica principal del patio, que no es otra que tener una de las galerías porticadas de su perímetro, a diferente altura. Esto era usado para salvar las diferentes alturas del terreno. Junto a este patio se encuentran dos salas con mosaicos con motivos vegetales.
La casa de los Pájaros tiene un mosaico espectacular con una representación de 33 especies diferentes de pájaros. Se puede realizar una visita por su interior, y la entrada se realiza desde el cardo máximo. A ambos lados de la entrada se pueden ver los espacios ocupados por locales comerciales. También destaca el mosaico de Medusa.
En esta manzana se localiza también un pequeño horno de pan, y una lavandería.
Uno de mis rincones preferidos es el estanque con surtidor de este pequeño jardín.
Casa de Hylas
Debe su nombre al mosaico que representa el rapto de Hylas por las ninfas. Tiene también un patio tipo rodio con una fuente en el centro del peristilo central de la casa.
Traianeum
Siguiendo con nuestro paseo, llegamos al punto más elevado de la ciudad. Se trata de un templo dedicado a la divinidad de Trajano. Es el único templo de este tipo localizado en Hispania, y su arquitectura es similar a la de la biblioteca de Adriano en Atenas.
Casa Planetario
Ya en la otra parte oeste del cardo máximo, nos encontramos con la casa planetario, en la que apreciamos su mosaico, y podemos ver también cómo se adaptaban los locales comerciales a sus muros. Un horno de pan reconstruido nos da una idea de cómo debía ser la vida comercial. También podemos ver la relación monetaria con el coste de la vida entonces.
En el mosaico que da nombre a la casa, los dioses están representando la relación con los días de la semana. Aquí veis a Júpiter, que es el dios asociado al cielo, la luz y el trueno.
Cabe destacar la influencia de Baco (Dionisio), que también aparece representado con Ariadna y un cortejo en el que no faltan centauros.
Termas Mayores
Por detrás de estas termas es por donde llegaba el aporte de agua a la ciudad, por medio del acueducto que provenía de las Fuentes de Peñalosa, cerca de Tejada.
No todos los monumentos romanos que se conservan se encuentran en el recinto del Conjunto Arqueológico, fuera del mismo podemos ver también unas Termas Menores y un Teatro que tiene uso actualmente en verano.
Signo de que las poblaciones se van sucediendo en los mismos lugares, y que se va aprovechando lo que es de utilidad, es que se encuentran restos romanos en edificios árabes de Sevilla. Sólo hay que ver mármol romano que forma parte de la base de la Giralda, junto a una de las aristas de la Torre.
El horario de visita, y las formas de llegar, se pueden ver en la página oficial del Conjunto Arqueológico de Itálica.