Una de la miles de opciones que tenemos para disfrutar del suroeste de Huelva y del Algarve portugués, es hacer una pequeña escapada para cenar en uno de los puntos más bonitos de la costa portuguesa. Un puñado de casas, con las ventanas de colores, forman el pueblo de Cacela Velha. Literalmente son un puñado, porque no sobrepasa la veintena. Suelos empedrados con ese adoquín pequeño tan propio del Algarve.
casa con ventanas de colores en cacela velha El pueblo está asentado sobre un cabezo junto al mar. Frente a él, una franja de arena que forma la Península de Cacela (Barra do Lacem). Antiguamente sería un punto fuerte de vigilancia de la costa, porque se conserva parte de la muralla.
¿Cómo llegar desde España?. No es complicado. Una vez cruzado el Puente Internacional de Ayamonte sobre la desembocadura del río Guadiana, seguimos por la A22 hasta la salida 17, y tomando dirección hacia Montegordo/Altura llegaremos a una glorieta donde se encuentra el restaurante O Infante. En esa glorieta nos desviamos hacia la derecha, y tomamos la EN125. Con paciencia, porque el tráfico suele ser lento y hay que atravesar algún grupo de casas y más glorietas, vemos el desvío de Cacela Velha hacia la izquierda. Hay un desvío anterior hacia Vila Nova de Gacela, que está a la derecha de la EN125, pero no es el punto donde queremos llegar. Después del desvío, en menos de un kilómetro estaremos en el pueblo.
Al llegar, al ser el pueblo tan pequeño, hay que aparcar el coche fuera del mismo. A menos que seas el párroco de la iglesia, que tiene reservada la plaza de parking junto a la misma iglesia. Existe una señal con esta indicación….
El breve paseo por la calle principal desde el parking hacia el interior del pueblo nos muestra que son sólo dos calles que forman un círculo, más las dos que bajan hacia la playa, y una plaza donde acaba nuestra ruta. Vamos, que es imposible perderse. En la plaza hay una antigua cabina telefónica típica inglesa, pero pintada de blanco, y la mencionada Iglesia. Blanca, amplia, junto al cortado que da a la playa, con techos de traviesas de madera, y con un San Antonio con el niño en su brazo izquierdo.
cabina telefónica inglesa blanca en gacela velhaNada más entrar en el pueblo, a la izquierda, está el restaurante Casa Velha. Tiene muy buena pinta, y seguro que se come bien, pero no es lo que buscamos. Antes existía el restaurante Casa Azul que estaba a la derecha, pero en esta última visita no lo he visto abierto.
Lo que venimos buscando es una típica y pintoresca tasca portuguesa. Casa da Igreja.
casa da igreja en gacela velhachouriço assado en gacela velhaLa carta es corta y apenas ha variado en años, pero con lo que hay nos basta. Couriço assado (6,5€), Ostras (12€/doc), Gambas fritas o cozidas (14€). Y no puede faltar el Queijo de Ovelha seco (3,5€) y el cremoso (6,5€), acompañado con Vinho Verde (7€) (Muralhas do Monçao). Ah!, y no nos podemos olvidar de pedir pan (pao), que está para comerlo sin acompañamiento. Con esto basta para cenar 4 adultos.

El 15 de agosto, como en muchos otros lugares, es fiesta. Aquí se puede disfrutar de una auténtica fiesta de pueblo. Con su cantante-animador, y con las señoras mayores bailando juntas los pasodobles.

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